A la mañana siguiente, William se dio un buen baño, mientras a si mismo se
decía:
-El olor de esta chica no se va con nada… ni los mejores perfumes lograran
sacarlo, siento nauseas… Pero al menos ahora todo término, no tengo que volver
a verla nunca más-
Una vez que termino su largo tiempo en el baño, se cambió y fue donde
estaba su hermano, se sentó tranquilo mientras miraba como la sirvienta se
acercaba para servirle su café, Thomas que tenía frente a el un libre de tapa
roja, lo bajo un poco a la altura de la nariz para decirle a su hermano:
-Se ve que ya cumpliste con tu parte…-
El chico se colocó una servilleta en su falda, tomo una tostada, mientras
le huntaba mermelada de durazno le dijo: Si así es… ya por fin me la saque de
encima… aunque muy a mi pesar tiene un hermoso cuerpo…
Thomas sintió un pequeño pellizco en su corazón, pero siguió:
-Bueno… ahora solo queda que tu la consueles, yo me ligue a la prima, le
rompa el corazón y listo… el plan abra terminado...- Dijo William, acto seguido
le dio una mordida a su tostada, el resto de la mañana siguió tranquila para
los dos gemelos, en cambio en la casa de los Schober, las cosas iban casi
igual.
Sofía se despertó con la misma sonrisa con la cual se había levantando,
todo el dia estuvo de buen humor, no era algo raro en ella pero sus familiares
mas de una vez le preguntaron si se sentía bien, ella con una sonrisa le respondía
“de maravilla” y soltaba un largo suspiro mientras caminaba. Nicole, que no
pudo controlar su curiosidad, se llevo a la chica a la biblioteca y le
pregunto:
-Dime que te paso… a que se debe ese humor que tienes…-
Sofía se limitó a abrazarla y decirle: Quizás dentro de poco halla un nuevo
matrimonio…- se fue del lugar dejándola su desconcertada prima boquiabierta.
Así como el día llego, la noche también lo hizo. A la misma hora, Sofía
saltaba de su ventana, tomaba su caballo y se iba al punto encuentro, donde
William siempre la esperaba pero algo esa noche no sería lo mismo, desde lejos
noto que la pequeña fogata no estaba prendida y sobre todo que William no
estaba, la joven bajo de su caballo y miro aquel lugar oscuro, el caballo llevo
su hocicó hacia la cabeza de su dueña intentaba decirle “Vamos, seguramente no vendrá”,
ella lo acaricio y le dijo:
-El vendrá, seguro se le hizo tarde…-
Ato a su caballo en un árbol cercano, y comenzó a encender la fogata, se sentó
mirando el lago, esa noche la luna estaba en cuarto creciente, el viento
soplaba suavemente moviendo la copa de los árboles y las hojas en el suelo, creando pequeñas
ondulaciones en el lago, todo estaba en silencio.
Pasaron las horas, y William no llegaba, la chica estaba desconcertada, así
misma se decía: Quizás tuvo un problema… o había gente en su casa… quizás
enfermo y no sabía nada… Buscaba alguna excusa para intentar no estar triste.
Al día siguiente, su humor había cambiado, su sonrisa se había ido y hacia
todo de mala gana, no entendía que le podría a ver pasado a William, se la
pasaba suspirando de tristeza y decepción. Decidió ir a pasear por el bosque
para despejar su mente, caminando por el sendero y jugando con un tallo de hoja
escucho el galope de un caballo, seguía caminando escuchando atentamente como
se acercaba, decidió no darse vuelta para ver quién era, el caballo se detuvo
junto a ella, miro y se encontró con la fresca sonrisa de Thomas.
Sofía dijo: Buenos días Thomas…- Volvió a mirar al suelo y continuo
caminando.
Thomas se bajó del cabello y comenzó a seguirla. Una vez junto a ella le
pregunto:
-¿Te sucede algo?
Ella meneo la cabeza. Se quedaron en silencio mientras caminaban, cortando
la situación Sofía pregunto:
-¿Y tú hermano?-
“Bien hecho hermano, cumpliste
con tu parte…”- Mi hermano esta en casa… Creo que hoy se iba a
reunir con una joven francesa…
Sofía miro con desilusión a Thomas, las lágrimas casi salían de sus ojos
color almendra, respiro hondo e intento hablar con la voz entre cortada:
-Que… que raro que no estuviera haciendo sociales…- La chica miro el camino
agachando la cabeza.
Thomas sonrió para si mismo “Ahora si
podrás ser toda mía… desde un principio estuve en contra de que mi hermano
estuviera primero contigo, pero al menos veo que funciono” Pensó, aclaro su
garganta y respondió:
-Tu sabes cómo es William, nunca hay suficientes chicas para el… es un
Casanova por asi decirlo, se la pasa de chica en chica…-
La chica trago saliva, se detuvo y se paró frente al chico.
-Quiero que sepas que empecé a sentir cosas por tu hermano, pero creo que
el no es el amor que me corresponde… Crees que algún día alguien se enamorara
de mí?- Una lagrima corrió rápidamente, ella tomo una posición dura y se la quitó
enseguida con un dedo.
Thomas se sintió afligido, pero de inmediato volvió a recordar el propósito
por el cual realmente la destruiría a ver elegido a su hermano antes de a él,
ser tan fácil de llevar de manipular, la creía diferente, pero al verla
derramar una lagrima quería abrazarla fuertemente, decirle que la amaba y que
quería casarse con ella, pero en cambio de eso solo apoyo su mano en su hombro
y le dijo:
-Estoy seguro que lo encontraras, y serás muy… feliz-
Ella apenas sonrió, se dio media vuelta y sin despedirse se fue, dejando a
Thomas parado en medio del camino que lleva a entrada principal de la enorme
casa de Sofía.
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